Constituye el objeto de evaluación el Plan Nacional de Transición a la Televisión Digital
Terrestre (TDT), aprobado por Acuerdo de Consejo de Ministros de 7 de septiembre de 2007.
La
TDT es el resultado de aplicar la
tecnología digital a la señal de televisión, para luego transmitirla por medio de ondas
hercianas terrestres a través de la atmósfera (sin necesidad de cable o satélite) y que se reciben
por medio de las antenas convencionales de televisión que conocemos.
Con respecto a la televisión analógica terrestre, la TDT tiene importantes
ventajas para el consumidor audiovisual, que se traducen en la posibilidad de acceder a una oferta
más amplia de canales y productos audiovisuales, con mayor calidad de imagen y sonido. En
comparación con el sistema analógico, las emisiones de televisión con señal digital, son
susceptibles de menores interferencias, permiten una gran flexibilidad en la recepción de los
contenidos (pudiéndose mezclar varios canales de audio, video y datos en una señal única), así como
un mayor número de emisiones para un mismo espacio radioeléctrico.